Internas por el acto de Malvinas, trabajadores de Seguridad Vial pasaron semáforo en rojo y uno que la remó en dulce de leche

El agua de las calles de Berisso por fin se fue, las intensas lluvias no volvieron, solo falta tener certezas sobre cuándo comenzarán las obras que prometió el gobernador, y que la comuna realice la limpieza de canales, sumideros y zanjas.

La semana comenzó con un finde súper largo, que incluyó Semana Santa y los 42 años de la contienda bélica en Malvinas. El tradicional acto que realiza el CEVECIM, sufrió críticas por el tinte político partidario que ya fue muy notorio, en una epopeya que trasciende todas las causas: como bien ha manifestado su presidente Jorge Di Pietro “Hablar de Malvinas, es hablar de soberanía “. Muchos dirigentes políticos e instituciones fueron excluídas del acto y no se sabe bien por qué.

En otro orden de cosas, los tres días hábiles restantes fueron de malas para la gestión, ya que en pleno centro de la ciudad una camioneta de Seguridad Vial a alta velocidad pasó un semáforo en rojo y produjo un siniestro vial que no se cobró vidas de casualidad.

Tres autos, dos de ellos sobre las veredas, ocupantes golpeados y llevados al hospital. Todo esto a media mañana en Avenida Montevideo y 17.

Los robos siguen siendo la pesadilla de los vecinos, que buscan la manera de preservarse, pero la situación lejos de calmarse se complica. El viernes por la mañana un vecino de Los Talas fue interceptado por dos motos al salir de su vivienda, maniatado de pies y manos, pasando una mañana de terror.

Por último, este sábado el Puerto La Plata conmemoró sus 146 años de vida: su presidente, el Ingeniero José María Lojo, desde su asunción tuvo como objetivo ejecutar un plan director para desarrollar la terminal portuaria como salida natural de la producción, pero lo que sería una navegación simbólica en este nuevo año se truncó.

El barquito se averió y los vecinos presentes se fueron desilusionados. Cómo imaginar la llegada de miles de contenedores, si no les sale ni una excursión simbólica. Ellos mismos a través del parlante reconocían “vamos a remar en dulce de leche “.